– TEMPLO DE AMÓN EN KARNAK

TEMPLO DE AMÓN

Llegamos a Karnak en un viaje maravilloso por el Nilo. Veniamos de descender por sus aguas desde Assuán. Originalmente se llamó Ipet-Sut («el más perfecto de los lugares»). El lugar es imponente, por algo los antiguos ejipcios figuran entre los más grandes constructores de la historia. Para ello contaron con rudimentarias herramientas y numerosa mano de obra de población esclavizada.

El templo de Amón (1530-323 A.C.) se construyó en diferentes fases que se dilataron en el tiempo. Está situado en la ruta procesional que une el embarcadero del Nilo con el cercano templo de Luxor. Ocupa una superficie de 21,4 hectáreas (podría acoger a 10 catedrales). El complejo estuvo enterrado bajo la arena durante 1.000 años hasta que a mediados del siglo XIX fue descubierto. Aunque pueda parecer imposible, la verdad es que es lógico si piensas que allí no hay mas que arena. Las excavaciones todavía no han finalizado y siguen produciéndose hallazgos.

Al santuario se llega después se traspasar una serie de patios abiertos y la sala hipòstila. El pasillo central estaba iluminado por ventanas en la cubierta, mientras que el resto de las grandes columnas permanecían en la oscuridad, en un intento de dar una infinitud espacial.
La vida en el templo se regulaba por la salida y puesta del sol, las crecidas del Nilo y la posición de los planetas.Tardó 1.200 años en construirse. El edificio se iba rellenando de arena según se realizaba. Al finalizar la obra se excavaba y surgía el interior.

Si os gustan las fotos, podréis despacharos a vuestro agusto. También encontraréis sombra entre las grandes columnas de la Sala Hipostálica. Muy de agradecer en Ejipto. No hay servicios, así que ya sabéis.

ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS MAS IMPORTANTES
Obelisco de Hatshepsut: de 29 metros de altura y 300 toneladas. Es el mas alto de Ejipto y su cúspide perimetral estuvo revestido originalmente de electro (aleación oro-plata). Se trajo en barcazas y mediante poleas se apoyó en su base.

Sala Hipóstila: en su día estuvo cubierta con un techo de madera y ventanas de celosía que permitían el paso de la luz. Mide 5.500 metros cuadrados. Está compuesta por 134 columnas de las que 12 tienen un espesor de 3,6 m de diámetro. Éstas y los muros están decorados con relieves, donde se narran batallas, escenas domésticas y ritos religiosos. Los sucesivos faraones fueron alterando los jeroglíficos con el fin de encumbrar sus linajes. Para que os hagáis una idea, abarca unos 5.500 m. cuadrados, suficiente para albergar en su interior la catedral de Notre Dame de Paris

Lago sagrado: es artificial. Se utilizaba para las labores de ablución y baño del clero. En él se criaban aves que posteriormente se ofrecían en sacrificio a Amón. El nombramiento de un nuevo Faraón se anunciaba a los «cuatro vientos» soltando aves hacia los cuatro puntos cardinales.

Avenida de las Esfinges de piedra con cuerpo de león y cabeza de carnero (animal sagrado de Amón). Están alineadas una acontinuación de otra y sujetan entre sus patas la imagen del faraón que sostiene las llaves de la vida (simbolizan la eternidad). La efigie del Dios Amón era llevada en solemne procesión por la avenida donde emprendía peregrinación a otros templos sagrados. Es el lugar más fotografiado. Los propios empleados se ofrecerán retrataros desde el mejor ángulo. Os pediran un 1 euro por ello.

Pilonos: se construían mediante rampas de adobe y arena por donde se aupaban los bloques de piedras. En el gran pilono exterior 42,6 m. de altura se colocaban los estandartes que señalaban la entrada al templo.

Santuario:en su interior se encontraba la efigie sagrada de Amón, a la que se ungía, bañaba y se le ofrecía comida. Es curiosa la presencia de 20 columnas únicas en Ejipto, que fueron levantadas con la parte superior más ancha que la base.

Sala botánica: en la más antigua del templo se encuentra la sala de Tutmosis III, decorada con plantas y animales exóticos. Su autor los recopiló en las campañas de Siria y es una ofrenda a su Dios Amón.